No me siento solo en la noche,
en la oscuridad de la tierra.
Soy pueblo, pueblo innumerable.
Tengo en mi voz la fuerza pura
para atravesar el silencio
y germinar en las tinieblas.
Muerte, martirio, sombra, hielo,
cubren de pronto la semilla.
Y parece enterrado el pueblo.
Pero el maíz vuelve a la tierra.
Atravesaron el silencio
sus implacables manos rojas.
Desde la muerte renacemos.
domingo, 28 de febrero de 2010
CHILE
Pablo Neruda
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¡ Qué gran poeta era Pablo Neruda ! Es una pena que en estos momentos no esté entre nosotros, por que al igual que Francisco Ayala, podría seguir escribiendo y sorprendiéndonos con ello.
ResponderEliminarUn saludo: Álvaro