martes, 17 de diciembre de 2013

LA CIUDAD DE FUEGO ATACA

En la Edad Media el príncipe Jesús y la princesa Valentina vivían en un castillo junto al Mar de Arena.
Ellos y Tenoch, el cocinero, bailaban en la cocina y hacían mucho ruido.
Estaban preparando la llegada de Paula, el Hada de las Nieves.
Muchos metros por debajo, en la Ciudad de Fuego, vivía Mak, la demonia, Natalia, la vampira, Rodrigo, el ninja, Juan, el dragón y Aguiserpiente.
El ruido les molestaba mucho, así que Mak y Natalia mandaron a Aguiserpiente, al dragón y al ninja a protestar.
Ellos atacaron al castillo con todo su fuego.
Menos mal que el Hada de las Nieves ya estaba llegando y protegió al castillo con una muralla de hielo.

FIN





viernes, 13 de diciembre de 2013

EL HADA DE LOS DIENTES, 1ºA


OLIVIA, EL HADA DE LOS DIENTES

Mientras el hada Olivia volaba por el campo se le cayó su bolsa de los dientes y se le perdió.
Esa misma mañana se le había caído un diente a Julia.
Pero el hada no se lo pudo recoger porque no tenía su bolsa.
Olivia llamó a sus amigos Enrique y Javi, que eran también hadas de los dientes, para que le ayudaran.
Ellos llegaron con sus bolsas y recogieron el diente de Julia, que, al final, pudo recibir su regalo:
El diente se le convirtió en una moneda.

FIN
Alumnos de 1º A

miércoles, 11 de diciembre de 2013

EL FINAL DE "LA SIRENA"


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Esta historia ocurrió en el mar de la China.
El barco “La Sirena” iba en busca de tesoros.
Juan, el pirata, desde cubierta observaba el mar. De pronto vio que se formaba una ola gigante.
-¡¡¡Socorro!!! ¡Está apareciendo una boca enorme!
Era una serpiente marina que rompió el barco de
un cabezazo.
Juan se enfadó al verse sin barco, pero la serpiente le dijo:
-No te apures que te llevaré donde quieras.
Y Juan navegó en la serpiente marina hasta la Isla de Plata, en el sur. Y había un tesoro.

FIN

viernes, 22 de noviembre de 2013

Natalia y Valentina


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NATALIA Y VALENTINA


  En el reino de la Luna Llena vivía en su castillo la
reina Valentina con su cocinera Natalia que hacía comidas muy ricas.
  Un día a la cocinera Natalia se le perdió su libro de cocina. No se acordaba de como se hacían las comidas y se equivocó de receta.
  La reina Valentina se enfadó, la expulsó y Natalia se fue triste por el camino.
  Mientras, la reina Valentina tuvo hambre.
  Como no sabía ni freír patatas cada vez tenía más hambre.
  Buscaba algo de comer por cualquier sitio y encontró el libro de cocina.
  Pero no sabía leer.
 
  La reina Valentina llegó a tener tanta hambre que se comía las piedras.
  Entonces se acordó de Natalia y salió a buscarla. 
  Le dijo:
-Vuelve a cocinar para mí
  Y Natalia le contestó.
-¡No, no y no!



FIN

1ºB, noviembre de 2013
Ilustraciones: Jesús y Natalia

lunes, 11 de noviembre de 2013

EL HADA PAULA


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El hada Paula

   En un pequeño lugar del bosque vivía el hada Paula que se dedicaba a pintar en las flores y en las mariposas con su varita mágica.
Un día encontró a una niña encantadora que se había roto una pierna y estaba perdida. Se llamaba Lucía.
Paula le ayudó con este conjuro:

Magia, magia, por favor
quiero que a mi amiga Lucía
se le cure el dolor.

Y Lucía se curó inmediatamente.
Paula le dijo otro conjuro para que no estuviera perdida:

Magia, magia,
a Lucía quiero ayudar,
por favor, hazla llegar
y teletranspórtala.

Lucía se alegró de volver con su familia y Paula se fue a ayudar a otras personas.



Alumnos de 1ºB. Ogíjares, noviembre de 2013

jueves, 31 de octubre de 2013

EL CABALLERO RODRIGO


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El caballero Rodrigo vivía en un castillo rodeado por espinos y un río lleno de cocodrilos.
Se dedicó a viajar por todo el mundo buscando personas a las que ayudar.
En Londres encontró a un ciego anciano que había perdido su perro guía.
Lo buscaron por todos sitios, hasta en la Torre de Londres.
Recorriendo el río Nixnox, Rodrigo vio un sitio brillante: ahí había una hechicera que quería tirar el perro al lago para convertirlo en serpiente.
De un gran salto Rodrigo rescató al perro y se lo devolvió a su dueño.
Se fue a su castillo y quitó los espinos y los cocodrilos para que la gente pudiera visitarlo.

Alumnos de 1ºB. Ogíjares, 31 de octubre de 2013

martes, 29 de octubre de 2013

NUEVO CUENTO DE 1ºB


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Tenoch exploraba por un bosque de Australia y se encontró una casa.
Dentro había telarañas, murciélagos y cuadros llenos de polvo.
Tenoch abrió una puerta y entró en un cementerio con tumbas, esqueletos, zombis y pies vivos.
Con ruido de terremoto se abrió una trampilla y salió una princesa zombie.
Pero Tenoch no se asustó, sino que salió de aquella casa horrible y siguió explorando el mundo.

Alumnos de 1ºB
Ogíjares, octubre de 2013

martes, 15 de octubre de 2013

UN CUENTO DE PRIMERO B

La  princesa y la tortuga


La princesa Ariel perdió a su tortuga Ojitos.
La buscó en el bosque Verde, en el mar Azul, en su castillo y en el río.
Cuando llegó a Parras se encontró con Jesús          
que le dijo:
-         ¿Por qué lloras, Ariel?
-         He perdido a mi tortuga Ojitos.
Jesús se puso a pensar cómo podría ayudarle a encontrar a su tortuga. Y se le ocurrió lo siguiente: buscarla en la montaña.
La buscó en las cuevas y... ¡estaba ahí!


Alumnos de 1ºB

Ogíjares, 15 de octubre de 2013

viernes, 11 de octubre de 2013

MALALA YOUSAFZAI

La estudiante paquistaní Malala Yousafzai habla en las Naciones Unidas.| Afp

'Un niño, un profesor, un lápiz y un libro pueden cambiar el mundo'

¿Quién es Malala? 
La niña paquistaní que recibió un tiro por defender que las niñas pudieran ir a la escuela. Mira lo que se asustó. Ahora está dando conferencias por todo el mundo, ha escrito un libro y sigue defendiendo el derecho de las niñas a ir a la escuela. Mucha gente quiere que le den el premio Nobel de la Paz.

lunes, 10 de junio de 2013

http://cuentosparadormir.com/

CUENTOS PARA DORMIR

Si pinchas en el título podrás acceder a una página muy interesante.

Niños con valoreslecturas para niños

Educa y divierte con CUENTOS

lecturas para niños
--- ¿un cuento concreto?, escoge un valor    >>>
o usa el buscador del extremo superior

martes, 12 de marzo de 2013

Inventos para inventar historias

LAPICERO MÁGICO: Artilugios para cuentos:      A los niños y niñas les encanta inventar cuentos. Para encender la chispa de la imaginación, podemos construir artilugios que impulsen las ideas y les acote, en cierto modo, su desbordante fantasía.
     Os muestro algunas técnicas para fabricar artilugios con los alumnos y alumnas, que después se utilizarán para inventar sus propias historias....(para ver más pinchar en el enlace)

lunes, 28 de enero de 2013

JUEGOS MATEMÁGICOS

http://descartes.cnice.mec.es/matemagicas/index.htm

Lo siguiente es uno de los muchos juegos matemáticosa de "Matemágicas", lugar al que podéis acceder pinchando en el enlace.

Cubos a lo Vasarely  
Cubos de Vasarely
Puedes componer el color desplazando los cursores rojo, verde y azul en el encuadre de abajo. Luego ponerlo  sobre cada uno de los rombos y se llenará con el color elegido.
Para empezar todo de nuevo, tienes que dar en Reset
Para suprimir sólo un color, compones el blanco con los cursores haces clic en la forma.
                                      
Dale a la tecla F11 para tener toda la página.
 
Victor Vasarely nació en Pécs en Hungría el 9 de abril de 1906.En 1925, cuando acabó el bachillerato, emprendió unos breves estudios de medicina en la universidad de Budapest, que abandonó 2 años más tarde.
De este periodo, Vasarely conservó una voluntad de método, de objetividad y una sed de conocimiento cercanos al mundo científico.

 
Victor Vasarely es de hecho un artista muy singular en la historia del arte del siglo XX. Accediendo a una gran notoriedad en vida, se distingue en el arte contemporáneo por el resultado excepcional al que ha condujo a la pintura abstracta geométrica, bajo el nombre de arte cinético.
Toda su obra se inscribe dentro de una gran coherencia, desde la evolución de su arte gráfico hasta su determinación para promover un arte social, accesible a todos.
vasarely
Para saber más: http://www.fondationvasarely.com/sommaire.swf
Vasarely rubik cube
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martes, 22 de enero de 2013

El sonido de la hierba al crecer

Cuento sacado del blog del mismo título (se puede acceder en Enlaces) dedicado al autismo.



Cuando me caí por la ventana a los cinco años, no me rompí. Sólo me hice algunos rasguños y un corte en la oreja. ¡Ah!, y ese día empecé también a hablar.

Las flores recién plantadas en el parterre comunal del bloque donde vivía amortiguaron el golpe. Prímulas, rododendros y azaleas tejieron una malla de hojas tiernas para recogerme. Sí, eran mis amigas, yo les susurraba siempre que las entendía mejor que a los humanos, porque las plantas no tenían ojos, permanecían siempre en el mismo sitio, quietas, y jamás se quejaban cuando les estiraba las hojas. Ah, tampoco soltaban esos ruidos molestos sin significado para mí, ni tenía que tratar de adivinar si querían decirme algo.

Con las personas tenía que taparme los oídos con mucha frecuencia. Bueno, había una excepción: “Mah-mah”. Ella destacaba entre todas las sombras brillantes que me rodeaban. Juntos señalábamos las tuberías, los aviones o las torres de las iglesias. Qué raro que la niebla cubriera con frecuencia su rostro, que me fuera tan difícil mirarla. “Mah-mah” tampoco hablaba: me cantaba. Por ejemplo, el Klon-Klon de las campanas, el FUUUUUUUU de una ventilación o los murmullos de las flores.

Tener a “Mah-mah” era una suerte en mi mundo de puertas y de cajones cerrados. Ella me enseñó a mirar al exterior. Todos los días, después del desayuno crujiente, contemplábamos el jardín por la ventana. Las plantas me recordaban las piezas de mi puzzle favorito. Lo primero que hacía era contarlas. Treinta y tres. Todo estaba en orden.

Hasta que una mañana no pude pasar del catorce, no había más. Me entró un ataque de pánico. ¿Qué pasaba? ¿Dónde estaban las plantas que faltaban, por qué se habían ido del jardín? Sentí angustia, frustración al no entenderlo. Me sentía tan impotente que me tiré con la cabeza hacia el suelo. Las baldosas estaban frías. Continué balanceando la cabeza, agitaba piernas y brazos, golpeaba el aire. Vi las piernas de “Mah-mah”. Me lancé hacia ellas para propinar un buen mordisco, deseé que “Mah-mah” se agachara, asir su pelo con fuerza y tirar de él para recolocar mi mundo en su sitio. Entonces “Mah-mah” me cantó que las plantas volverían. Lo prometió mientras me sujetaba y me apretaba fuerte, muy fuerte sin parar de balancearme. Ella sí que sabía espantar mi miedo. Poco después el cuarto se llenaba de pompas de jabón, “plof” hacían al romperse, y yo masticaba un trozo de pepino tras otro.

Días más tarde ocurrió el accidente. Me había despertado en la cama con “Mah-mah”, como siempre. Después fuimos juntos al cuarto de baño. Nos cepillamos los dientes, nos embadurnamos de cremas y me puso los calcetines rojos empezando por el pie derecho. Después, a la mesa para el desayuno.

−Muy bien, Nils, has puesto la cuchara junto al cuenco de cerales.

¡Qué ricos, los cerales! Bien crujientes, con trozos de mango, pepino y fresas.

Cuando terminé, me fui a contar las plantas –volvían a estar las 33, no sé cómo, pero “Mah-mah” lo había conseguido-. La ventana estaba abierta y me aupé con tesón para intentar cerrarla. No llegaba, ¿dónde estaba “Mah-mah”?, así que me subí a una silla. Fue una sensación maravillosa observar el exterior mientras el viento me despeinaba. Entonces escuché el avión. Nunca pasaban a esa hora. Alcé la mirada para seguir su vuelo y perdí el equilibrio. Fue rápido. Tres, dos, uno... ¡Frasch!

Aterricé sobre un mundo verde, blanco y rosa. Un mar vegetal me observaba y yo miraba con gusto cada hoja, cada pétalo o el lomo moteado de una mariquita que dormía. No me molestó el desorden que mi cuerpo había ocasionado en el follaje. Se me había soltado el cordón de una de mis zapatillas. Me dio igual. El olor tierno de naturaleza rota despabiló alguna zona oscura en mi cabeza. Una parte de mi memoria parecía haberse despertado al mundo. Notaba una ligereza extraña, como una cosquillas punzantes, y probé a repetir lo que cantaba “Mah-mah”. Nunca antes había podido hacerlo, pero en ese momento hablé:

−¡Flor-eh!

Un gorrión se posó en una rama. Me salió de dentro gritar “pioh-pioh”. El pájaro se asustó. De pronto me entraron ganas de irme de allí al experimentar con más fuerza que nunca la ausencia de “Mah-mah”. Deseaba tenerla a mi lado.

−¡Nils, Nils!, ¿estás bien, hijo? ¡Nils, ya estoy aquí!

Escuché su cántico cada vez más próximo. ¡Qué bonito sonaba mi nombre cuando “Mah-mah” lo pronunciaba! Por fin me daba cuenta. Volví la cabeza hacia ella. Corría con la melena suelta y la falda azotada por el viento. Busqué sus ojos con los míos. Alcé las manos para que me cogiera.

−¡Mah-mah! –exclamé.

Ella se arañaba entre las matas para conseguir llegar hasta mí.

−¡Mah-mah! –insistí.

Mi madre lloraba y reía al mismo tiempo. No paraba de repetir mi nombre y yo sólo quería que me abrazara muy fuerte. Me tomó en sus brazos. El impulso fue tan grande que los dos caímos al suelo. Rodamos hechos un nudo sobre la hierba hasta que nos quedamos tumbados bocarriba.

−Mah-mah ¿oyes-eh? –le dije.
−Hijo, Nils, estás hablando, puedes hablar... –contestó ella.
−¿Oyes-eh?−Claro que sí, mi amor, yo también lo estoy escuchando.

El rumor era perceptible incluso en medio de los gritos de las personas que se habían acercado y de la sirena de la ambulancia que se abría paso entre el tráfico. Mientras me tomaba de la mano, “Mah-mah” dijo con la alegría de las campanas:

−Nils, lo que oímos es la hierba, cariño. Nos habla, ¿Te das cuenta? La hierba habla –me miró con los ojos alborotados y añadió-: ¡Tú estás hablando también!

Lo que salía de los labios de “Mah-mah” era voz, eran besos. Correspondí con un beso por primera vez. Qué piel tan suave. Uno la podía acariciar sin tener que pellizcarla. A partir de la caída pude hablar, aunque seguía sin entender gestos o muchas palabras. ¿Qué significaba autista, por ejemplo? “Mah-mah” nunca me llamaba así. ¿Qué había de raro en comprender el lenguaje vibrante de un giro o en interpretar la música de la luz al encenderse?

−No te preocupes, cariño. Todo está bien. Son los otros, ¿sabes, Nils?, los que van muy rápido para poder comprender el mundo –me cantaba “Mah-mah”.

Entonces la miraba un buen rato. La niebla que tiempo atrás cubrió sus ojos se había evaporado. Y nos tumbábamos sobre la hierba, bien juntos, para escuchar el sonido alargado que hace al crecer.

NOTAS:
Este cuento lo escribí en junio de 2006. Por entonces estábamos a la espera del diagnóstico que confirmara el autismo de Erik. Mi hijo no hablaba. Todavía tuve que aguardar año y medio, hasta diciembre de 2007, para escucharle decir "mamá". Hoy en día, uno de los aspectos en los que más ha evolucionado Erik es el lenguaje, con lenguaje comunicativo en alemán y en español. Seguimos trabajando con gran ilusión.

REFERENCIAS:
La primera versión se publicó en la revista "C30. Cuentos para la espera".http://www.treintacuentos.com/30mejores.php
La versión definitiva está publicada en el especial "Estamos con el autismo" de la revista http://www.ensentidofigurado.com/, en mayo de 2008.http://www.lourdesaso.com/EnSentidoFigurado__Especial-Autismo/pdfs/ESP15-anabel_cornago.pdf
Y también está recogido en el blog de Grupo Búho:http://www.grupobuho.es/blogs/Akira/el-sonido-de-la-hierba-al-crecer
Agradezco a mi querida Trasdeza la mención de este cuento, acompañada de una magnífica fotografía de su hija, en su blog "Fonsilleda" (ver "Sonido imposible"):http://fondevila.blogspot.com/

Read more: http://elsonidodelahierbaelcrecer.blogspot.com/2009/01/el-sonido-de-la-hierba-al-crecer.html#ixzz2IgkITmZJ

miércoles, 16 de enero de 2013

Niños que se enojan



Niños que se enojan
Pinchando en el enlace podéis acceder a un artículo que da instrucciones claras acerca de qué hacer en esos casos.