martes, 22 de junio de 2010
LOS DE SEXTO OS VAIS
El viernes pasado celebramos la despedida en el salón de actos del Ayuntamiento. Sexto B hizo un teatro, "El rey de la casa", de José A. Arregui, sorprendiéndonos con sus dotes de actuación y su gracia. Sexto A leyó un poema, "Si..." de Rudyard Kipling, y presentó un montaje preparado por José Antonio Melguizo. Los padres leyeron un texto muy emotivo de despedida al colegio, hicieron regalos a todos los presentes y a varios ausentes. Asistieron varios maestros y maestras de cursos anteriores, que ya no están en nuestro centro, como María Luisa, Rocío, Yolanda, Francisco, alumnos de prácticas, padres, madres, hermanos y otros familiares. El intento de todos fue dejar un buen recuerdo y desearos lo mejor.
sábado, 19 de junio de 2010
DESPEDIDA
OJALÁ QUE TE VAYA BONITO
Pincha en el título (DESPEDIDA). Y aquí tienes la letra por si la quieres cantar.
Ojalá que te vaya bonito
ojalá que se acaben tus penas
que te digan que yo ya no existo
y conozcas personas más buenas
Que te den lo que no pude darte
aunque yo te haya dado de todo
nunca más volveré a molestarte
te adore te perdí ya ni modo
Cuantas cosas quedaron prendidas
hasta dentro del fondo de mi alma
cuantas luces dejaste encendidas
yo no se como voy a apagarlas
Ojalá que mi amor no te duela
y te olvides de mi para siempre
que se llenen de sangre tus venas
y conozcas una vida de suerte
Yo no se si tu ausencia me mate
aunque tengo mi pecho de acero
pero nadie me llame cobarde
sin saber hasta donde la quiero
Cuantas cosas quedaron prendidas
hasta dentro del fondo de mi alma
cuantas luces dejaste encendidas
yo no se como voy a apagarlas
ojala...que te vaya...bonito...
miércoles, 2 de junio de 2010
EL VIAJE DE SEXTO A CÓRDOBA
Los días 31 de mayo y 1 de junio, las dos clases de sexto del colegio, con nuestras tutoras Aurora y Sole, y la directora del colegio, Pepi, hemos visitado Córdoba. A la ida desayunamos en Priego, en la fuente del Rey, un monumento de agua rodeado de un pequeño parque.
Paramos en la estación de Luque para el almuerzo y llegamos a Córdoba a primera hora de la tarde. Visitamos la Mezquita disfrutando de la belleza de sus arcos y columnas, de la sombra - por fin agradecida- y de las explicaciones de varios alumnos, que habían preparado trabajos informativos bien documentados sobre el monumento. Explicaciones completadas por la profe Aurora en distintos puntos del recorrido.
El albergue fue la estrella del viaje, ya que para la mayoría - quizá el total- de los alumnos, era la primera vez que dormían fuera de casa.
Dimos un paseo por los alrededores de la Mezquita, un barrio lleno de flores, calles estrechas y colorido.
Después de cenar volvimos a las calles, acompañados por el conductor del autobús y las maestras, a dar una vuelta por la Córdoba nocturna, la judería, la plaza de Tendillas, la de la Corredera, la plaza del Potro, citada en el Quijote (prólogo de la segunda parte), tomamos helados y al final contemplamos Córdoba desde el puente romano sobre el Guadalquivir.
La noche en el albergue fue larga y ruidosa, tal como se preveía, a pesar del cansancio del viaje, los paseos y las visitas.
La primera mañana de junio fue un adelanto del verano -hizo más de 40 grados- . Recogimos todo y dejamos los equipajes listos para la vuelta. Visitamos Medina Azahara, a pocos kilómetros de Córdoba, en dirección a la sierra. En el edificio de recepción nos hicieron ver una película en la que se recreaba por medio de animación lo que habría sido la vida en aquella ciudad palatina en sus tiempos de esplendor (Siglo X)
Luego subimos hacia los restos de las edificaciones en un autobús verde que... en fin. Allí paseamos entre pórticos, arcos, jardines y columnas, guiados por las explicaciones de Aurora, las de algunos alumnos y la película que acabábamos de ver. Varios arqueólogos trabajaban aquí y allá, desenterrando piedras y limpiando de tierra las ya desenterradas.
De Medina Azahara sólo hay al descubierto el 10 %, o sea que poco a poco irán sacando lo demás.
Volvimos al albergue a comer y a recoger los equipajes y, para despedirnos de la ciudad, nos fuimos al parque zoológico, donde, después de visitarlo, nos tomamos algo fresquito y emprendimos el regreso.
La vuelta en autobús fue tranquila, la mayoría se dedicaron a jugar con el arsenal de tecnología que los acompaña a todas partes, hicimos una nueva parada en Luque para merendar y el último recorrido hasta Granada, en el que ya se notaba el cansancio.
Las maestras esperamos que os haya gustado el viaje, y que volváis a Córdoba cuando tengáis ocasión.
Paramos en la estación de Luque para el almuerzo y llegamos a Córdoba a primera hora de la tarde. Visitamos la Mezquita disfrutando de la belleza de sus arcos y columnas, de la sombra - por fin agradecida- y de las explicaciones de varios alumnos, que habían preparado trabajos informativos bien documentados sobre el monumento. Explicaciones completadas por la profe Aurora en distintos puntos del recorrido.
El albergue fue la estrella del viaje, ya que para la mayoría - quizá el total- de los alumnos, era la primera vez que dormían fuera de casa.
Dimos un paseo por los alrededores de la Mezquita, un barrio lleno de flores, calles estrechas y colorido.
Después de cenar volvimos a las calles, acompañados por el conductor del autobús y las maestras, a dar una vuelta por la Córdoba nocturna, la judería, la plaza de Tendillas, la de la Corredera, la plaza del Potro, citada en el Quijote (prólogo de la segunda parte), tomamos helados y al final contemplamos Córdoba desde el puente romano sobre el Guadalquivir.
La noche en el albergue fue larga y ruidosa, tal como se preveía, a pesar del cansancio del viaje, los paseos y las visitas.
La primera mañana de junio fue un adelanto del verano -hizo más de 40 grados- . Recogimos todo y dejamos los equipajes listos para la vuelta. Visitamos Medina Azahara, a pocos kilómetros de Córdoba, en dirección a la sierra. En el edificio de recepción nos hicieron ver una película en la que se recreaba por medio de animación lo que habría sido la vida en aquella ciudad palatina en sus tiempos de esplendor (Siglo X)
Luego subimos hacia los restos de las edificaciones en un autobús verde que... en fin. Allí paseamos entre pórticos, arcos, jardines y columnas, guiados por las explicaciones de Aurora, las de algunos alumnos y la película que acabábamos de ver. Varios arqueólogos trabajaban aquí y allá, desenterrando piedras y limpiando de tierra las ya desenterradas.
De Medina Azahara sólo hay al descubierto el 10 %, o sea que poco a poco irán sacando lo demás.
Volvimos al albergue a comer y a recoger los equipajes y, para despedirnos de la ciudad, nos fuimos al parque zoológico, donde, después de visitarlo, nos tomamos algo fresquito y emprendimos el regreso.
La vuelta en autobús fue tranquila, la mayoría se dedicaron a jugar con el arsenal de tecnología que los acompaña a todas partes, hicimos una nueva parada en Luque para merendar y el último recorrido hasta Granada, en el que ya se notaba el cansancio.
Las maestras esperamos que os haya gustado el viaje, y que volváis a Córdoba cuando tengáis ocasión.
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