La magia es algo sobrenatural, que muchos de nosotros no podemos dominar, excepto algunas personas o seres místicos como los elfos o los enanos que habitan en los bosques.
Estos humanos o seres mitológicos deben ser instruidos por personas que tengan una serie de características o virtudes: capacidad de leer la mente, ser traductores de la lengua arcade o pazzel (la lengua mágica de las serpientes) y tener la túnica roja o dorada de un maestro mago o archimago.
Los seres místicos de los que he hablado antes tienen esas características nada más nacer, excepto los elfos, que tienen la virtud de ver visiones del pasado cada día o incluso cada minuto.
Han pasado los años y cada vez menos personas se interesan por el estudio de la magia. La tecnología avanza y muy pronto muchas de las cosas que se podían hacer con los hechizos, como volar, no representará ningún problema para los seres humanos, sin embargo, hace unos siglos, la gran mayoría de las personas hacían todo lo posible por entrar en las prestigiosas escuelas que en aquellos tiempos existían. No importaba la clase social en que se situaran esas personas, campesinos o nobles, todos iban por igual, pero sólo muy pocos entraban para ser grandes hechiceros que marcarían un gran paso en la historia.
Muchos de estos magos han hecho grandes descubrimientos, pero nunca se ha hablad de ellos por temor a la Inquisición o por que los metieran en un manicomio para el resto de sus vidas,esta es la verdadera razón de la poca existencia de magos.
Aunque las personas de estos siglos atrás se interesaran más que nosotros hoy en día por la magia, en su interior siempre pensaban que los hechizos servían para dominar el mundo o cosas por el estilo, pero las personas que verdaderamente tenían conocimiento de la magia y de sus efectos, podían describir a la hechicería como un sexto sentido que nos da la naturaleza después de muchos años de estudio.
El estudio de la magia está dividido en varias asignaturas como avidmancia, transformaciones o pociones; en los cuales se habla constantemente de los elementos de la naturaleza como el fuego, el agua, el viento u otros optativos, como la luz o el hielo.
Álvaro Illescas Ruiz, 6º A